Lo que pudo ser... y no fué al final.

Anoche no pudimos... hubo y hay mucho amor, habían ganas, estaba el teatro montado y los   actores no salieron a escena...

La falta de concentración (por llamarlo de alguna manera) nos jugó una muy mala pasada.
No supimos que hacer para remontar el barrilete y la situación. Se nos fué todo de las manos (literalmente) ja!
Y esa sensación de inutilidad que nos avasalló, fué peor.
Tristeza? bronca? Porqué será que en éste tipo de momentos, una quiere arreglar con palabras y lo único que consigue es embarrarla aún más?
Sencillamente no podemos mantener la boca cerrada. Nos evitaríamos tantos malos ratos...
Empieza todo como un comentario, y termina siendo un reclamo con el aderezo de herir a la otra persona en donde más duele.
Como no nos basta con nosotras, empezamos a meter familiares que nada tienen que ver con nuestro maquiavelico circo. 
Los errores cometidos en el pasado se sientan a nuestro lado y se convierten en barricadas.
Empieza un paseo terrorífico por los años de la relación y una enumeración de faltas que exceden cualquier buena memoria.
Siempre me sorprendo al saberme partícipe de una balacera imparable.
para cuando se nos terminan las municiones, ya son las cuatro de la mañana y comienza el reclamo por las pocas horas de sueño hasta tener que ir a trabajar.
A esa hora ya no tengo ganas de pedir disculpas y vos tampoco.
Dormir? ja! Si hasta tenemos ganas de ir a acostarnos al jardín con nuestros perros, con tal de no tenernos cerca.
Hay amor! pero donde se metió? ojalá que salga de su escondite, o sino, acá van a haber heridos literalmente hablando. 
El cansancio nos vence, y mal dormimos un rato sin ganas de volver a despertar. 
Mañana será otro día, y trataré de no pensarte, de no hablarte, de no llamarte, para que te enteres cuanto me ha dolido todo ésto.

Alguna vez les pasó???

Besos a todas!