Finde en casa! soy feliz!

Otra vez se acerca un finde... y no sé que me ha pasado en éstos meses. Antes de volver con mi novia(hace un mes ya!), cada finde era una locura. Corridas, idas y venidas, llamadas, mensajes...la verdad no sé bien, si por gana propia o por no quedarme de otra, la cuestión que era todo un lío, desde el viernes a la tarde. Yo estaba como ciega, como adormecida, tenía dentro de mí una energía que me era extraña, creía que disfrutaba de tanto boliche, música, descontrol, y aparentando estar con una chica que ni siquiera me interesaba. Que no me hacía feliz, o mejor dicho era una felicidad de mentira, de esas felicidades finjidas según la circunstancia. No me daba cuenta, del terrible vacío que me estaba devorando. Sentía la gana de estar en ese mundo de oscuridad, de gente que simula lo que no es, o lo que no tiene. Porque el mundo gay es así, falso, brillante para el exterior, pero por dentro muy triste; Hay historias muy retorcidas, muy penosas, muy rara vez las hay fantásticas y felices. Por suerte y gracias a mi inteligencia, no busqué consuelo en otras cosas (drogas, alcohol) de eso no sentí la necesidad. 
La cuestión es que yo iba a parar a ese antro, a desencontrarme con mi vida a propósito, casi como castigandome. La noche comenzaba y mi corazón latía muy fuerte, primero la previa, alguna  pizza, alguna gaseosa...un café. Para después enfilar como vaca para el matadero, rumbo al boliche.
En la cola de entrada (ahora me doy cuenta) era una emoción que iba en aumento, como cuando una tiene una cita a ciegas, una vez adentro, lo mismo de siempre, yo no veía nada, me sentía sola. A veces me preguntaba que "diablos " hacía ahí!  y la resignación me ganaba por cansancio.
 Hasta las tres de la mañana era todo más o menos alegre. Luego de esa hora, todo empezaba a declinar, como un día cualquiera que se va muriendo de a poco para darle paso a la noche.  Todo empezaba a perder magia, la realidad empezaba a mostrarme su cara; demacrada, con ojeras, con una  mirada de reproche.
Trataba yo de seguir hasta las 5 de la mañana, muchas veces sin ganas, aturdida, cansada, de mal humor...y por si ésto fuera poco, teniendo que finjir que la estaba pasando barbaro!
Muchas veces llegué a rogar que la música se termine, que ya no daba más, que me quería ir.
Una vez en la calle, Medio descompuesta( entre hambre y cansancio), la vuelta a casa.
Tomar un taxi, que cada finde estaba más caro, y que por causa de tomarlo, en la semana me faltaba dinero. 
Y yo me repetía "es el precio de la libertad, el precio de la diversión!!" Diversión??? Libertad??? primero que nada que no me había divertido, y siguiendo que no quería esa libertad. Y entonces yo me preguntaba "pero si siempre quería salir...discutía con mi mujer porque yo quería ir a bailar, y ahora que lo tengo no me gusta???" Y entonces comprendí, que el asunto no era "IR" al boliche, sino "CON QUIÉN" se va.

Ya tuve bastante noche de boliche, ahora quiero disfrutar la felicidad de verdad.
 Un finde de pelis, pizza casera amasada en casa, café preparado con cariño, mimos, charlas interminables, más mimos, miradas pícaras invitándonos a ir un poco más allá de las palabras...disfrutar de mi verdadero amor, de su presencia, que me dí cuenta de que es insustituíble.
Quiero olvidar todo lo que (viví?) . Quiero olvidar a esa persona equivocada. Quiero empezar de nuevo.