martes, 16 de julio de 2013

Laberinto


Los pegajosos días de invierno se suceden sin escrúpulos, no les importa marearme desordenandose toda la semana.
Harta de las ídas y vueltas de éste laberinto. Ellas son dos, yo sólo una.
Aparece una, y me tiene a sus pies en cuanto la veo; la otra sólo quiere divertirse y sentirse acompañada.
Vamos a suponer que ambas desconocen la existencia de la otra, que ambas quieren diferentes cosas pero en el fondo quieren lo mismo.
Yo necesito elevarme por sobre sus espíritus;  porque busco más allá de ellas. Pero sus tientos son tan fuertes que me hacen caer cada tanto.
A mi me gusta escribir, viajar, estudiar, los idiomas, la mente humana. La comedia romática de tres protagonistas se repite una y otra vez.
Volvamos a suponer que ninguna quiere perderme; yo ejercito cada vez más la multipresencia.
Estar aquí y allá casi al mismo tiempo.
Pagar un café y hacer el amor superponiendo los tiempos.
En mis últimos trabajos se plasma el ajetreo; la nube de ideas, los maremotos de nombres...
Lo que sí es seguro, que nunca pude dejar a la primera persona; sigue siendo mi debilidad y mi único amor.
Cada vez que estamos juntas, su ternura y su forma de ser me enamoran cada vez más.
Pero como digo, yo necesito ir más allá. Necesito escribir y describir como se transforma el mundo a mi alrededor.
La naturaleza es más bella cada vez. No tengo excusa para no enamorarme de ella también.
Y sigamos suponiendo, que la segunda persona es espectacular pero no tiene intenciones de amar a nadie.
Un estupendo cuerpo trabajado para gustar; para enloquecerme.
Una misma nada preparada sólo para el placer.
Mientras que la primera persona, quiere tiempo para reacomodar su vida; para "evolucionar" (según sus propias palabras). Dice que me ama, pero necesita espacio. Me promete volver a vivir juntas, pero por ahora ella asegura que yo necesito estar sola y no he podido convencerla de lo contrario.
Yo estoy intentando cumplir con compromisos literarios, trabajando para no pensar.
Talleres, encuentros, cursos, presentaciones (a veces de los propios integrantes de los talleres); Y por supuesto mis propios aportes e ideas para seguir escribiendo.
Habanitos de tabaco con sabor a chocolate , varias petacas de whisky y velas por un lado...
Por el otro; pizza casera con ensalada de rúcula , tomates cherry y jamón crudo.  De postre helado de cereza... (y obviamente gaseosa).
Dos partes de un mismo medallón; las dos caras de una misma moneda.
Dos mundos, dos universos distintos. Mis dos mujeres.


      

jueves, 4 de julio de 2013

No es usted... somos las dos!!!




¿No se da cuenta usted? que si seguimos así, puede hacerme confundir el día con la noche, el cielo con la tierra y el "no debo" con el "no puedo más".
¿Pero que está pasando aquí? ¿Es usted? ¿Soy yo?
Nunca jamás me había pasado algo así. No me atrevo a robarle un beso de ningún modo. Usted toma mi mano sin permiso y yo me quedo mirando su boca casi perdiendome en cada palabra.
Ésto va vertiginosamente hacia un encuentro que difícilmente podamos olvidar ni usted ni yo.
La dulzura que usted se empeña en esconder debajo de sus caros equipos "adidas" está asomando sin remedio alguno, y lo que es peor; estoy sucumbiendo inexorablemente a ella.
Necesito recuperar la frialdad que me caracteriza o va a ser una historia en la que se me van a mezclar hasta los puntos cardinales.
Sencillamente su porte tan orgulloso me intimida; me deja sin habla, sin reflejos, sin mundo.
La imagino paseando sin ropa por mi living, y ya parece un delirio cualquier intento de vivir la realidad; sencillamente parezco presa de alguna extraña fiebre de la selva.
¿Y yo como hago? debe ser que usted está esperando que yo haga algo...
¿Pero como hago? si usted ha acabado con todos mis recursos, con todos mis rebusques.
Me siento absolutamente expuesta enfrente suyo. Usted derriba todos los mitos en los que yo creía; su seguridad me obliga a crear tácticas que pongan en jaque su inteligencia, y lo consigo.
Y nos divertimos.
Somos usted y yo.
Ese cuerpazo infernal que usted tiene y mi respiración entrecortada haciendole juego a su mejor par de zapatillas "Salomon".
Nuestras insinuaciones son fugaces, pero filosas como un bisturí.
No se arriesgue señora...no me desafíe, no crea en toda la corrección de mis modales; porque usted con toda esa ternura contenida y tomandome del brazo cuando vamos por la calle, está despertando un monstruo que ha dormido por siglos...

"Mariposas, cuando estoy contigo, vuelan de mi ombligo hacia tí.
son tantas cosas las que harás nacer en mí..." ♪ ♪ (Shakira)
  
 

martes, 2 de julio de 2013

Un encuentro esperado



... Y los días van pasando, me estoy ocupando más de mí; me doy pequeños gustos como comprarme una coca todos los días, chocolates... desayuno con cosas ricas: facturas de dulce de leche, o alfajorcitos de maicena marmolados...
Hasta que el otro día se decidió. La dama voleybolista, me invitó a tomar algo.
Me llamó por teléfono y por su tono de voz intuí que estaba nerviosa; yo estaba sorprendida a decir verdad.
Charlamos un rato muy amistosamente, y me llamó un par de veces "ojitos", yo me reía de su ocurrencia.
Le dije: tengo muchas cosas para hablar con vos. Ella respondió: yo también.
Wuauuu! Eso más que un encuentro parecía un duelo de corazones.
Quedamos en encontrarnos a la tarde siguiente (no es que estuvieramos apuradas...pero bueh! jajaja)
El lugar de encuentro fué un museo de arte (ECA) Espacio Contemporáneo de Arte.
Una esquina, 6 de la tarde.
Saludos de rigor, muy femeninamente vestida ella, muy casual yo.
Nos dirigimos a un bar que se llama "Coffee", en realidad me importaba bien poco donde fueramos...
Nos sentamos, ella muy seria, yo igual.
Tragué saliva un par de veces y abrí el juego; alguien tenía que empezar a decir algo y esa fuí yo.
- Y bien, aquí estamos, después de tanto mensaje de texto.
- Sí, menos mal que aceptaste la juntada dijo.
- Como no la íba a aceptar, si en realidad me gusta charlar con vos.
- Aahh bueh! ¿Y eso porqué?
- Porque tengo una infinidad de preguntas para hacerte.
- ¿Por ejemplo? Tengo toda la vida para contestartelas.
- Bueno, pero yo espero que no tardes tanto porque sino...ya me voy buscando otra silla donde sentarme...
- Jajajaja! Se rió de muy buena gana.
- Primero que nada, como sabrás, estoy recién separada (le dije mientras la miraba fijamente).
- Sí, eso lo sé.
- Y como te imaginarás, no tengo ganas de meterme en líos al menos por ahora.
- Eso también lo sé.
- ¿Entonces?
- Entonces que estaría bueno que dieras vuelta la página y quiero ayudarte.
- ... No entiendo.
- Claro! Que salgamos, que te diviertas. Yo sé cuanto has sufrido y ya es hora de que seas feliz.
- ¿Porqué yo?, vos sos bastante más grande que yo, y yo no puedo ofrecerte nada que te valga realmente la pena.
- En eso estás equivocada. Me gustaste mucho cuando te ví y la edad no tiene nada que ver. Además Marisa (nuestra amiga en común y mi mejor amiga) me ha dicho que sos una persona de lujo.
- ... No sé... ¡¿eso te dijo?! Wuauuu!
- Sabelo.
- Mirá, vos me parecés una mujer muy linda, tenés un cuerpo que más que muchas quisieran tener a tu edad... pero...
- ¿De qué tenés miedo?
- Yo no le tengo miedo a nada, pero...
- ¿Pero?
- No sé nada de vos, lo único que sé, es que sos la líbero del equipo de voley del club San Martín donde juega mi mejor amiga que es tu amiga también... y no quiero embarrar las cosas.
- Te prometo que nada se va a embarrar. Voy a ir contandote de a poco la historia de mi vida; a mí también me interesa saber de la tuya... ¿me vas a contar de a poco todo?
- ... Está bien. Pero te pido por favor que no me apures... necesito tiempo para estar sola, para digerir todo lo que pasó y para encontrar el equilibrio de nuevo.
- Vos tranquila. Cuando tengas ganas y tiempo, nos veremos.
- Hecho!
El mozo fué y vino veinte veces, y las veinte veces le dijimos que en un ratito pediríamos la consumición.
Era que se la pedíamos ahora, o ahora.
Pedimos una cerveza (para ella), una gaseosa para mí, y una tabla de fiambres para dos.
Seguimos charlando un buen rato, intercalando preguntas y respuestas; anécdotas y chistes hasta que se hicieron las diez de la noche y el lugar íba a cerrar.
Yo había perdido la noción del tiempo y una sonrisa se me escapaba a cada rato.
Me sentí muy cómoda en su compañía.
Ella además de ser jugadora federada de voley, es maestra rural de primaria (6º y 7º años) en un departamento de Mendoza llamado Lavalle.
Al final del encuentro, me acompañó a la parada del colectivo; nos dimos un abrazo larguísimo y muy fuerte; y luego cuando mi cole arrancó, ví por la ventanilla, como se íba caminando despacito a su parada.
La vida tiene muchas ironías... Justamente por causa de mi mejor amiga, conocí a ésta persona estupenda.
Increíble!

     

miércoles, 26 de junio de 2013

Las tortas y los "dobles discursos"


Que maravilloso sería encontrar una torta que dijera "exactamente" lo que piensa.
Si no quiere, que dijera "No" y si está de acuerdo, que dijera "Sí". Tan difícil es?
La pucha!, si es que mujeres teníamos que ser todas para complicarla tanto!
A ver, voy a contar mi última experiencia para que sirva de ejemplo.
La "Bollosfera" (mundo Bollo, osea, mundo de lesbianas) se está tornando el mundo del revés, diría mi amiga "la gallega".
Resulta ser, que una dama (10 años mayor que yo), que según dice ella sólo busca mi amistad, me manda mensajes del tipo:
- "Me quedé con ganas de besarte" 
- "Mirá la luna... te regalo un pedacito para que tengas dulces sueños" (todas las noches me manda uno diferente) 
-  "¿Que pasó contigo hermosura que no contestás mis mensajes?..." 
Eso por no mencionar la cantidad de veces que quiere verme. Todos los días me pregunta: "¿Nos juntamos hoy?" "¿Te parece si nos vemos?"
Además por si todo ésto fuera poco, se ha empeñado en regalarme cada 10 días un libro de la colección de Sherlock Holmes (es mi favorito), he insistido en pagarle y se niega rotundamente alegando que es un placer para ella hacerme regalos que me gusten...
Para mi cumpleaños, me hizo un regalo carísimo... tuve que ir a cambiarlo y averigüé que le costó $400.
Yo sinceramente confundida, le dije que uno o dos mensajes al día estaba bien, aunque debería cambiarles el tono... pero que mandarme 35 mensajes de texto, tan chorreantes de baba, me parecía que se estaba equivocando (además de secarme la mente!)...
Grande fué mi sorpresa cuando toda ofendida ella me dijo: "Que cosa te ha hecho creer que quiero tener algo con vos?"
Aaahh buehhh! Definitivamente me vió la cara de dolobu...¿Se habrá creído que yo me hice torta ayer?
Porque resulta ser, que llevo muchos, pero muchos años en el ambiente y conozco (si bien no manejo, ni sé que hacer con ellos) más que bien los dobles discursos torteriles.
Desde que pasó eso, sus mensajes dicen lo mismo pero le agrega al final la palabra "amiguis" (más me confunde todavía)...
Digo yo, no sería más fácil, que directamente me dijera que quiere algo conmigo, y conocer mi respuesta?
O es que la zarpada y malpensada soy yo y todo es producto de mi imaginación?
Y que cuando me habla se me acerca tanto, que cada vez que lo hace hasta creo que va a besarme... Estaré malinterpretando eso también?
Para mí la amistad es otra cosa... las amigas se tratan diferente...
Estaré equivocada?
Cualquier día de éstos me propone ir a su departamento, y si tenemos cama, resulta que eso también es parte de la amistad?
No entiendo nada más!
Mis amigas me dicen que disfrute lo más que pueda; que lo pase bomba y no me fije en los rótulos; que no me preocupe por nada...
Pero no sé... no quiero que piense que me aprovecho de ella o que estoy con ella por interés.
¿Habrá algún término medio que yo pueda hacerle entender?
¿De qué manera podré ordenar todo ésto?
Porque también resulta que ésta mujer en cuestión tiene un "lomazo" de los mil demonios!
Me vuelvo loca de sólo pensar que me acuesto con ella.
Pero es todo un caos!
¿cómo debería comportarme?
¡Nunca me había pasado algo así!
¡¡¡Se aceptan sugerencias!!!

       

viernes, 7 de junio de 2013

La torta y las mochilas


Afrontar la soledad después de una separación no es tarea fácil (las que lo han pasado sabrán de qué hablo!).
El tiempo que antes era compartido, ahora se ha transformado en un semi-vacío a la espera de ser llenado.
Y llenarlo no es fácil tampoco. He vuelto a mis andanzas con mi cámara de fotos, recorriendo lugares y probando líneas de colectivo que antes nunca había usado.
He encontrado una compañera inseparable...
Mi mochila.
Éste bolso multiuso, tan conocido por ser el anexo obligado de las tortas, me está acompañando a todos lados.
En una de mis paradas a comer en una plaza muy bonita del departamento Godoy Cruz, sacando fotos a contraluz, aprovechando los ultimos rayos de sol de un día maravilloso con un vientito entre tibio y fresco, me he puesto a pensar en los diferentes contenidos de las mochilas de los diferentes tipos de tortas.
Éste artefacto, viene a ser una prolongación de nuestra casa; allí llevamos todo lo que vamos a necesitar a lo largo del día, sin necesidad de regresar a nuestro hogar.
Tiene que ser de un tamaño medio, tirando a grande, con costuras muy fuertes y resistentes, 3 bolsillos por lo menos y cierres seguros con buen funcionamiento.
Los colores pueden variar (según sea una torta que desea pasar desapercibida o bien, resaltar como un escarbadientes en la sopa), desde el azul intenso pasando por el gris, el verde oliva...o yendose al extremo de la paleta de colores como el fucsia o rosa oscuro.
Hay tortas amantes de los morrales, pero ese es ooootro tema!
La mochila de la torta pirata
Irremediablemente contiene una muda de ropa (camiseta manga larga,jeans y/o joggins, y una unidad de ropa interior [boxer o culotte]) por las dudas... Casi siempre, en materia de pantalones, se lleva lo contrario a lo que se lleva puesto.
Porque nunca sabe donde y en el depto de quién terminará el día. hay que agregarle un cepillo de dientes, un frasquito pequeño de su fragancia preferida (Acqua di Gio, de Armani; Uniform...o colonia "Pibes", pero algún perfume tiene que haber...), además de las consabidas billetera (con marcas langas como "Pierre Balmain" o " kuero´s", portadocumentos gamuzado o con algún detalle que genere la curiosidad de la presa (osea la chica con la que va a salir), y frasco de gas pimienta tamaño normal, porque casi siempre éstas tortas están en los interiores de las viviendas no haciendose necesario su uso (salvo caso de asalto al domicilio, que no especificaré aquí).
La mochila de la torta deportista:
Éstos especímenes de torta, tan seguras siempre de sí mismas, que caminan sacando pechito por la calle optan por rellenar el adminículo, con sus vendas y guantes (si practican boxeo), o una pelota de voley o fútbol, el infaltable pomo de crema desinflamante (que lo llevan en una bolsita porque "apesta"), un par extra de medias, la botellita de agua (rellena con vaya a saber qué "mejunje"), muñequeras, tobilleras, coderas y todas las "eras" para protección. 
Como siempre billetera (con la marca "adidas" bordada) portadocumentos con el último análisis del HIV para el gimnasio y frasco de gas pimienta (tamaño grande, porque ésta torta tiene altercados bastante seguido... tiene la fama de comprarse a "las" árbitros besándolas antes de los partidos.
La mochila de la torta poeta y/o hippie:
Aúno éstas dos categorías sólo a modo explicativo, y porque tienen bastante en común, si bien no todo.
Acá entramos en el plano literario de lleno, y porqué no "romántico".
Por sobre todas las cosas, elegirán un cuaderno (con tapas donde aparece un mar o un atardecer o una chica tocando algún instrumento [saxo, piano o guitarra], libreta (con tapas que simulen una terminación de tejido de punto o de puntillas), block o montón de hojas abrochadas (con dibujos de corazones en los márgenes o el nombre de su enamorada en diversos colores y tipos de letras [suelen pasar horas escribiendo su nombre y recordando ese beso a la madrugada en alguna estación de servicio]), según ellas elijan, para poder dar rienda suelta a su creatividad en cuanto la inspiración aparece.
De ahí, que las vemos escribiendo en los colectivos, en las cabinas de teléfono, en los bares al paso, o en un banco de una plaza... siempre con su inseparable mochila a un costado, claro está.
También guardan en su "mochi": birome, pluma fuente, lápiz de grafito, o lapicera a tinta; Ésto nos habla a las claras de su estilo a la hora de expresarse por escrito.
Éste tipo de tortas, suelen llevar además de las herramientas literarias, una "viandita" lista para ser consumida (una porción de tarta de tres colores, o un budín de mijo, o simplemente un sandwich de brotes de soja).
Me pregunto porqué casi el 80% de éstas tortas son veganas.  
Las tortas hippies, prefieren llevar su "porrito" o algún artefacto para fumar, escondido en algún bolsillo interno de la mochila, y están siempre con cara de circunstancia esperando el momento de... darle uso a esos instrumentos.
Cabe destacar también, que llevan en su mochila, pulseritas, aros, trozos de soga, cuero, plásticos etc etc. 
Aquí billetera, no siempre se cumple (prefieren llevar los billetes hechos un bollo en el bolsillo; el portadocumentos es una palabra desconocida; y el gas pimienta: innecesario, porque siempre andan en grupos que garantizan su seguridad.
La mochila de la torta de oficina:
Éste es un caso serio. Ésta mochila suele ser de cuero de primera calidad o una imitación casi perfecta de algún bolso de algún diseñador europeo.
Utilizan colores sobrios, algunas veces con herrajes o también suelen tener detalles en materiales como terciopelo o alguna tela importada.
Ellas buscan el confort en su mochila/bolso, y definitivamente su estilo tiene glamour.
Ahí guardan los expedientes del estudio jurídico donde trabajan, que se llevan a casa para terminar de leer, el estuche con maquillajes (comprado en las últimas vacaciones a Punta del Este), alguna cajita muy fina con pastillitas que pueden ser golosinas o... de las otras.
Cajitas que sacan en medio de las reuniones, "como quién no quiere la cosa", para expresarles a todos que ellas siempre tienen el aliento tan fresco como la brisa polar.
Además también guardan su celular. Artefacto de ultimísima generación, que posee tantas funciones que es capaz hasta de rascarle la espalda si fuera necesario.
Ésta maravillosa mochila-bolso tan glamoroso, contiene la billetera (de cuero de antílope africano a rayas) y el portadocumentos con cien tarjetas de todos colores y nombres... también de cuero pero ésta vez de becerro de la india y aquí anulamos el gas pimienta porque los sitios que frecuenta ésta torta tienen seguridad a mansalva.

PD: Ésta clasificación no es para nada real, es sólo una simpática apreciación mía basándome en diferentes observaciones de casos particulares.


                 

jueves, 23 de mayo de 2013

No trae etiqueta azul

Da la casualidad, que uno de los grupos que mayor cantidad y tipo de enredos amorosos y que siempre han tenido vaivenes tipo montaña rusa, son los escritores. La turbulencia, la mezquindad y el desasosiego han formado parte de la vida de muchas escritoras y escritores famosos.
No me pregunten porqué. Porque no lo sé.
Pero heme aquí, sabiendo únicamente que mis colegas sí supieron siempre lo que es amar "sin amor", y el necesitar compañía involucrando o no, sentimientos tan mezclados como piedad y/o dulzura confusa.
Atracción física sin límites, pero recortando hasta la propia identidad para explicar lo inexplicable; el desamor.
Vacío que trata de llenarse con cuerpos equivocados, palabras que quieren describir una rotonda de hechos que lo único que hacen es esfumarse como nubes.
La demanda inequívoca de la otra parte queriendo eclipsar un mundo que nosotros nunca le cedimos.  
La búsqueda de la tan ansiada inspiración por nuestra parte. 
Puede surgir de un beso, de una sonrisa, de una mano que nos toma por sorpresa; surge siempre de un alma tan solitaria como nosotros; y pretende redención en una cama.
Para algunos es sólo una noche, que los hizo pasear por los versos más barrocos que se pudieran imaginar. Para la contraparte, es una promesa... 
Desde el principio, incumplida.
Cualquiera sea el motivo, mis cómplices literarios, han sufrido al igual que yo, la tan famosa disociación entre cerebro y corazón.
Millones de horas tratando de convencer a la razón, para que pueda dar inicio a un sentimiento. 
Tiempo perdido. Algún que otro amante de las letras dirá: "yo nunca conocí al amor"
Y es que yo no sé de que forma o color es. No trae una etiqueta azul que lo diferencie del resto de las cosas. 
Yo sólo sé que lo busco, pero al no saber como identificarlo, puede pasar a mi lado que no lo reconozco.
Nunca será "amor" un beso, sino tan sólo un impulso (y la definición de impulso trae consigo las palabras "movimiento no voluntario")
¿Qué cosas se hacen por amor? ¿Qué se dice? ¿Se siente uno de alguna forma especial? ¿o todo lo contrario? ¿no se siente nada especial y sólo es lo cotidiano lo que lo conforma? Porque si es lo cotidiano, yo no me doy cuenta! Nunca será "amor" ir al supermercado, o cocinar para alguien.
¿Como se diferencia la costumbre de estar con alguien del verdadero amor? ¿"Te quiero porque te necesito, o te necesito porque te quiero?" 
¿Cuál es el límite real entre necesidad y dependencia?
Intuyo, que la diferencia está en la libertad.
¿Libertad, para hacer qué?.
Libertad y celos. El amor y/o autoestima de la otra persona se empiezan a sentir amenazados con nuestra libertad.
¿Cómo se únen éstos dos componentes?.
Será que la vida todavía no me ha enseñado ciertas cosas... o que todavía me faltan lecciones por aprender.