sábado, 17 de marzo de 2012

Restart my heart


Son las 8 de la mañana, por fín llegó el día sábado, me levanto despacio, y entre dormida y despierta pongo música. Suena: "Turning tables" de Adele. La voz de esa mujer me transporta literalmente a otra realidad... exquisita, simplemente una delicia.
Intento hacer tres cosas a la vez, cepillarme los dientes, poner el agua a calentar y... de repente caigo en la cuenta que hoy no trabajo... no tengo que correr! aff! Respiro profundo, y desacelero...
Parece mentira, pero me he acostumbrado tanto a salir a medio peinar y con las tostadas en la mano por culpa de no perder el colectivo de las 6:30 de la mañana, que me desconcierta desayunar tranquila en casa!
Con mi taza de café con leche delante, y unas galletas burlonas que me sonreían desde el plato, recordé algunos momentos complicados de la semana.
Recibí la noticia, de que una tía muy querida y de la que guardo el mejor de los recuerdos, que vivía en buenos aires, falleció.
Me gustaba ir a visitarla en las vacaciones de invierno, Nora era una de esas personas, que entre chiste y chiste, le guiaban a uno la vida. Le conté muchos de mis secretos más íntimos, y ella me orientó muchísimas veces en la dirección correcta.
Siempre me hacía bromas, con el color de mis ropas, me decía que yo siempre me vestía con colores muy oscuros, y ella me llevaba de compras para elejirme prendas más alegres! 
La primera vez que probé el vino en mi vida, fué con ella.
Mandé telegrama a mis primos de Buenos Aires, a Luli; Angi; Andrés, Maria marta y Dieguito, abrazandolos y prometiendoles que voy para allá, lo más pronto que pueda. 
San Isidro no es lo mismo sin Nora, Buenos aires para mí, no volverá a ser igual.
Mientras la tristeza me tuvo a mal traer algunos días, recibí un mensaje, de una amiga diciendome que había fallecido su mamá.
Y me surgió la pregunta. Y mi mamá?, cómo voy a hacer yo, cuando llegue ese momento?
Que voy a hacer sin ella?, me niego a pensar que algún día pueda desaparecer.
El sólo hecho de imaginarmelo me hiela la sangre. 
Porqué está rondando tan cerca de mí, la muerte?
Entre el trabajo, y mil cosas, he olvidado que tiene 72 años.
Que mientras a mí, me faltan horas para hacer cosas, ella cuenta cada día como si fuese el último.
No he tomado en cuenta hasta ahora, que los momentos lindos que pasamos juntas, tienen que ser para mí, una fábrica de recuerdos, para cuando ella no esté.
Será de donde voy a sostenerme, para que no se borre jamás su presencia.
Como puede uno prepararse para ese momento? hay alguna manera?
Pienso en mi padre, en que voy a tener que ser yo ésta vez la que lo sostenga para que no caiga. Y de mí quién se va a encargar?
Y si es al revés? si es mi padre el que nos abandone primero? Como voy a hacer con mi mamá?
De ahora en más, iré mucho más seguido a verlos, a estar con ellos, a compartir un té, unas palabras, un programa de tele, a sacarnos fotos y enloquecerlos un poco, para que se enteren, que no hay modo alguno en que yo pueda esperar su muerte.
Que no quiero que me dejen nunca. 
Y que si algún día lo hacen, pienso que será imposible levantarme de semejante golpe.
De repente el desayuno, me cayó como una roca. No pude seguir comiendo y decidí salir de casa...
Voy a comprar unos nardos, que son la flor preferida de mamá, y a compartir un almuerzo con mis queridos viejos... 

               Besotes a todas!

                                            

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