miércoles, 7 de marzo de 2012

Alone


El Inspector  de policía William Monk paseandose por Great Windmill Street o buscando pistas por Shaftesbury Avenue, ha conseguido distraerme de mi poco afortunada racha de acontecimientos.
Leo y releo algunos capítulos que me gustan, porque es como llegar a mi propia verdad a través de sus interrogantes.
Hay cierta exquisitez en el aire hoy, y decidí buscar la paz y el silencio de una plaza en horas de la siesta al salir del trabajo.
Compré un envase chico de comida, puse un poco de ensalada de zanahoria, un trozo de tarta de tres colores (una capa de espinaca, una de puré de zapallo, y una de puré de papa con queso)y una croqueta grande de roquefort; por primera vez en mucho tiempo no puse carne y no la extrañé (a la carne), tomé agua saborizada de pera, y de postre mi bombón favorito de Bonafide.
Me acomodé a la sombra de un arbol, y luego de comer, arreglé mi mochila de almohada, saqué mi celular, seleccioné mi MP3, y poco a poco fuí cayendo en la cuenta, de que nadie me esperaba en casa. Que a nadie le importaba la hora de mi llegada y de que estaba librada a mi propia suerte.
Quise cuestionarme preguntandomé si eso me agradaba, y curiosamente, el sentirme tan libre me asustó un poco.
Supe que sería ridículo llamar a alguna amiga para decirle que sentía algo extraño de estar allí sola, que sentía el alma demasiado vacía y no sabía como llenarla.
Asíque opté por tomar coraje, respirar hondo, y aplacar todo eso que sentía poniendo la mente en blanco y dejandome llevar por la música.
Vendrán sentimientos peores? Que me espera ahora?
Despacio por la cornisa, me dije. Un paso a la vez, un día a la vez.
Hoy, lo pasé bonito en la plaza, y lo único que tengo en mente es regresar a casa y descansar.
Mañana será otro día.

              besotes a todas!

                                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario