Un día de pic nic

A pedido de una lectora del blog, jajajaja que insistentemente me ha pedido cambio de color de letra, aquí va pués!

Hermosa y típica tarde de marzo, soleado pero fresco, ninguna nube en el cielo que fué de un azul muy intenso, Había olor a hojas quemadas en el aire...
A medio día, propusiste hacer un pic nic. Acepté.
Me dijiste que no me preocupara por nada, que vos te ibas a encargar de todo. Armaste una canasta grande, con un montón de cosas... Nos encontramos en el centro...
No me imaginé que en una canasta entraran tantas cosas... pero así fué, termo, manta, mate, sandwichs, té para mí, una cajita plástica con tomates y mayonesa con aceite de oliva, un poco de fruta, gaseosa. Pusiste tanto esmero y cuidado en cada detalle, que me has sorprendido.
Estabas dispuesta a hacerme pasar un domingo maravilloso y lo conseguiste...
Compraste el diario "Los Andes" sólo para mí, porque sabés que me gusta leerlo y releerlo...
Leímos juntas los horóscopos, te leí un rato, jugamos con las preguntas...
Me dijiste que habías llevado las cartas, no las usamos, pero tu intención me gustó mucho.
Estuvimos ojeando y mirando los detalles de un atlas que venía con el diario. Aprendimos un montón de cosas...
charlamos, disfrutamos... nos miramos, nos reímos, me hiciste poner celosa, y te hice enojar un ratito, me diste abrazos de oso, te dí besos de hormiguita...
Somos amigas, somos cómplices.
Pasamos una tarde de domingo en compañia, una tarde que no dió lugar al vacío y la melancolía del otoño.
Gracias. Inmensamente bien me has hecho hoy. Te quiero.

                                  Besotes a todas