domingo, 27 de enero de 2013

Doce vidas sin vos


Y siguen habiendo palabras que no me atrevo a usar con vos. Siguen habiendo preguntas que no me atrevo a hacer.
Será la diferencia de edad?
Siento que estar con vos, me significaría aceptar un lugar, que dado el caso, no voy a poder abandonar con facilidad.
Doce años mayor que yo. Doce vidas que no pude vivir con vos.
Y vos misma lo dijiste, por algo estamos aquí. 
No sos una adolescente. Tus palabras y formas tienen el peso y la jerarquía de tu edad. 
Estamos en un juego de "me acerco pero no", una caída libre que no sé donde va a terminar.
No sé muy bien donde pisar ni con qué intensidad, lo único que sé, es que me vas guiando siempre al mismo lugar; tu corazón.
No nos atrevemos a dar rienda suelta a nuestros impulsos. Vos por experiencia, yo por instinto; estamos frenando una catarata que se desborda sin que podamos hacer nada.
No le he dicho a nadie de todo ésto, nadie sabe porqué, lo unico que quiero empieza con E.
Y mucho miedo a la vez. Tengo. Siento.
Miedo a no saber proteger tus sentimientos; miedo a descubrir en vos una vulnerabilidad que yo misma no sepa contener.
Porque ahí, justo en vos; donde yo veo a una mujer; Todos ven a una "Doctora en leyes".
Nuestras charlas están disfrazadas de formalidad, pero algo siempre se nos escapa. 
Tus límites, mis límites. Esos que siempre decimos que vamos a respetar, y resulta que se nos resbalan los besos.
Y nos pedimos disculpas, cuando se te escapa un "hacemos un siestero? 14:30 vuelvo".  Y el corazón se me sale del pecho, y te contesto: "14:30 aquí estaré".
Un amor que no debería ser, pero que brota de todos lados cómo un geiser incontenible.
Doce años menos tengo yo. Doce millones de ganas de entrar en tu vida.
Nadie puede saber de ésto, nos condenarían a perecer de hambre en un desierto helado.
Nos desterrarían del mundo de los vivos.
Ya he escuchado algunos comentarios al pasar, de que yo estoy con vos por tu dinero, por los autos, por los viajes y no sé cuanta cosa más.
Dicen que a vos se te va el último tren, que te querés hacer la pendeja, que lo tuyo es calentura y me estás comprando.
Que pena que nadie sepa, que me tiembla el cuerpo de pura ternura cuando te escucho; que con nuestras charlas, tu alma se saca la coraza y se vuelve humana. 
Ninguno de todos ellos sabe, que puedo interpretar tus sueños, y vos los míos.    
Querida señora mía, será que pretendemos algo imposible?
Tu mundo es la abogacía. El mío las letras.
Estás rodeada de tipos de traje, ídas y venidas a los tribunales; y aún con todo eso, siempre estás pendiente de mí.
Gracias por seguirme en todas mis locuras, y por tener junto conmigo la voluntad de éste amor, que no debe; pero es, de todos modos.


       Besotes a todas!!!
                 
              

2 comentarios:

  1. Hola amiga mia! hace meses diria Yo no se nada tuyo ni pasaba por este medio a leerte.. tanto para contar.. tanto para decirte. espero verte por otro medio ( face) quizas? tus charlas me las dejas a media siempre.. a ver si algun momento le damos una continuidad.. te dejo besos Yamila

    ResponderEliminar
  2. Digamos que nuestras charlas mantienen siempre un sano suspenso...jajaja! Para vos estoy y estaré siempre... sabelo!. Besos para vos, la misionera más linda del planeta!

    ResponderEliminar