martes, 9 de octubre de 2012

Mi insomnio, mi pipa y yo


Algunas noches me cuesta dormirme, y entonces me pongo a escuchar radio con mis auriculares.
Últimamente se ha transformado en una costumbre ésto de tomarme un té de cedrón, mientras fumo mi pipa (tabaco) y escucho radio hasta altas horas de la madrugada.
El problema es madrugar al día siguiente... Todo el mundo me pregunta si he tenido fiesta la noche anterior, a lo que contesto: Ojalá!, mientras los miro con cara de odio y con un gruñido, porque mi humor no goza de buena salud.
Anoche entre una taza y otra de té, me puse a pensar lo raro de que las palabras vayan más rápido que los sentimientos.
Me he dado cuenta que a veces agradezco de palabra y suelo decir cosas que le suenan bien a mi interlocutor; pero en cambio lo que siento por dentro va a paso de tortuga y no acompaña.
He tenido la suerte o la desgracia, no sé; de dar siempre con personas que necesitan que las apabullen con palabras agradables y un buen discurso.
Lo peor del caso es que cumplo con la consigna la mayoría de las veces.
Éstos seres no reparan en mí, y en mi astucia de darme cuenta de su necesidad y se tiran a una pileta absolutamente vacía.
Y después vienen las quejas, los enojos y los malos entendidos.
Será que se puede nivelar lo que uno siente con lo que uno dice?
Lo que pasa es que si sólo digo lo que siento, nunca digo nada, porque no sé cómo decirlo... opto por el silencio y eso también le molesta a la gente.
Entonces no comprendo. 
"Mí no comprender" jajaja! 
Me cuesta que alguien me seduzca, es verdad. Con seducir me refiero a agradarme, a impactarme. (no utilizo el término seducción en plano romántico)
Tiendo a escuchar más que a hablar, siempre pienso y miro la situación que me relatan desde muchos ángulos antes de decir nada. Es un defecto que tengo, o no sé si tanto.
Me pregunto porqué me cuesta tanto que alguien me haga sentir cosas.
En cuanto la persona dijo dos palabras, le saqué la ficha y es cómo si un baño de realidad me golpeara la cabeza.
Cuando la persona no vale ni la pena, digo lo que quiere escuchar, y me retiro para nunca regresar.
El asunto es, que he intentado conocer a cientos de personas y me resulta extraño, que entre todas juntas no hacen una.
Seré yo? Serán ellas? Que ocurre?
Todavía recuerdo a mi psicóloga cuando me decía "No sos como la mayoría de las lesbianas"
Estuve a punto de preguntarle, que tantas había conocido y si me podía dar el núm de cel de unas pocas...
- Ehhhh noooooo! Eso no era! Eso sería ser cómo todas las lesbianas y ésta mujer acaba de decirme lo contrario. Que cabeza de fideo tengo!
En fín... seguiré con mis noches de reflexión... muchos tés de cedrón me esperan aún. 
  
         Besotes a todas!!!

                   

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