martes, 17 de julio de 2012

Un tranvía llamado "olvido"


Me desperté ésta mañana y no estabas en mi cama. Lo deseé por unos instantes y luego me dí cuenta que me sentía bien con tu ausencia.
Irme a dormir por las noches y que tampoco estés, ha pasado de ser una sorpresa a una tranquilidad.
La convivencia siempre fué difícil.
Tenemos hábitos y gustos completamente opuestos. Al principio creímos que íba a ser fácil ceder algunas preferencias para darle a la otra la posibilidad de estar bien. El correr del tiempo nos demostró lo contrario.
Últimamente la lucha por los espacios de la casa era una guerra sin cuartel.
Y dijimos: - Podemos con eso!
Y tratamos... y tratamos...
Al parecer, me he vuelto un ser demasiado solitario y amante del silencio, el estudio y la concentración.
Han empezado a molestarme cosas, como la televisión las veinticuatro horas prendida a todo volúmen.
Siento que ya no puedo, o mejor dicho, no tengo ganas de ceder.
Quiero mis espacios de soledad, necesito silencio para poder pensar.
Ya no tengo ganas de estar como "maleta de loco" todo el día, siguiendote en lo que se te ocurre hacer.
Quiero manejar mis horarios.
Con vos todo es una eterna danza de horarios.
A las 8 levantarse, a las 9 desayuno, a las 10 ir a hacer compras, a las 11 ordenar la casa y lavar platos, a las 12 empezar a preparar el almuerzo, a las 13 almorzar... y así todo el día.
No encuentro tiempo para escribir (tengo trabajos pendientes sin poder terminar); no puedo leer los libros que quiero; no puedo completar el segundo capítulo de mi novela...
Los días que estamos juntas, se me está haciendo complicado.
Y lo peor de todo, es que he empezado a pensar en alguien más.
He hecho todo lo posible para que no me pase, y me pasó.
No sé cómo se hace marcha atrás, o cómo se arregla todo ésto.
Lo único que sé, es que es un alivio para mí, abrir mis ojos a la mañana y no encontrarte.
Y tener todo el tiempo disponible para mí.
Hoy recordé lo mucho que me gusta prepararme el desayuno, usar platitos chiquitos y llenarlos de galletitas. Recordé que adoro el cereal con yogur de frutilla y un chorrito de sprite...
y también me dí el gusto de hacerme unas tostadas que se pasan de oscuritas y que vos nunca me dejás comer.
Me puse mis joggins con agujeritos! y me llevé la bandeja al escritorio!
Hace rato querés tirarme esos joggins que adoro, y yo los ando protegiendo en todos los armarios para que no los encuentres.
Hoy estuve hecha una salvaje jajjaa!
Leí unos capítulos de filosofía a mis anchas, y se me ocurrió éste post.
Vos me decís que nadie va a soportarme con lo aburrida que soy, pero yo hoy me divertí.
Gracias por no estar!
Ojalá mañana se repita... (aunque no creo tener esa suerte) 

        Besotes a todas!!!

                 

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