martes, 16 de abril de 2013

Sobre tu mesa de luz


Desperté en el tercer departamento del segundo piso de una galería que me era familiar. Te tenía junto a mí, pero dormías.
Pensé en ir a comprar algunas cosas ricas para desayunar y sorprenderte...
pero no. Mejor no.
Tomé mi libro de versos (siempre llevo uno en la mochila) y busqué algo bonito que dejarte.
Algo que no necesariamente nos dibujara a nosotras, sino algo que te hiciera imaginar un poco más allá.
Encontré éste, y lo dejé escrito en una hoja a cuadros arrancada de mi cuaderno de notas, en tu mesa de luz, junto a una promesa de volver a vernos.

YA VES, Y YO SIGO PENSANDO EN TÍ 

"Ya ves
nada es serio ni digno de que se tome en cuenta,
nos hicimos jugando todo el mal necesario

ya ves, no es una carta esto,

nos dimos esa miel de la noche, de los bares,
el placer boca abajo, los cigarrillos turbios,
cuando en el cielo raso tiembla la luz del alba,

ya ves,
y yo sigo pensando en ti,

no te escribo, de pronto miro el cielo, esa nube que pasa
y tú quizás allá en tu malecón mirarás una nube
y eso es mi carta, algo que corre indescifrable y lluvia.

Nos hicimos jugando todo el mal necesario,
el tiempo pone el resto, los oseznos
duermen junto a una ardilla deshojada."

Poema "Blues for Maggie" de Julio Cortázar


Y yo me incorporé al movimiento del día, pero no pude evitar pensar mientras estaba desayunando en un bar, que el color de éste café se parecía al color de tus ojos y que éste desayuno hubiera sabido mejor si hubieras estado conmigo...

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