viernes, 15 de marzo de 2013

Otoño ¿estás?


Empiezan los días frescos/fríos, y yo entro en una especie de contemplación silenciosa de los acontecimientos de mi vida.
Ya no gusto de salir por las tardes, prefiero quedarme en casa.
Retomar mi blog literario; ir al super y traerme entre tres y cuatro botellas de dos litros y cuarto de Coca- Cola para toda la semana.
Que no me falten las galletas "Dale" de vainilla ni las naranjas para exprimir el jugo de los desayunos, ni la mermelada de durazno light.
Tés de toda clase y sabores se convierten en mis compañías favoritas.
De boldo; de hierbas digestivas; de cedrón; sin olvidar los de manzanilla y los de menta peperina que traje de Córdoba.
Pienso en muchas cosas, cosas que no tienen conexión entre sí, pero que significan algo para mí, siempre.
Momentos en soledad. De reflexión. Mirando por la ventana a la hora de la siesta, como se desviste poco a poco el árbol de mi jardín.
Escribir. Escribir, porque si grito todo lo que siento, voy a despertar a los vecinos. (y me van a echar del barrio por ende).
Me advierte algo dentro de mí, que he cambiado. Que algo se ha modificado y pienso si será la edad. Porque soy jóven, pero los años han transcurrido y han hecho su trabajo.
Es como que he reconocido mi reino y mi poder.
Ya no tengo ganas de tolerar ciertas cosas de la gente, y me molestan muchas otras que hasta hace poco me pasaban desapercibidas.
"Te has puesto vieja cascarrabias", me ha dicho una amiga.
Será? Me pregunto yo, sin dejar de lado que últimamente no soporto los aglomeramientos de gente, que antes disfrutaba.
Ya no quiero saber nada de lugares en donde haya mucho ruido o música a volúmen alto.
Salir después de las 10 de la noche es un martirio difícil de superar para mí.
Me invitan a todos lados y yo prefiero quedarme en casa, leyendo y cocinando recetas exóticas.
La lectura es un buen refugio.
" Los Autonautas de la cosmopista" de Julio Cortázar y Carol Dunlop (su mujer) me ha apasionado por demás.
Es el diario de un viaje que hicieron juntos desde París a Marsella.
Pasando por los paradores de Fleury, Aire de Nainville, Archères-la-forêt, Villiers, Aire de Fermenot y de Chien Blanc...
Un libro excelente. Julito y su obsesión de darle al relato un toque científico; me ha hecho reir mucho, lo que les sucede y como lo cuenta Carol (su compañera inseparable) es de una textura entre fina y ocurrente. Recomendado absolutamente.
Entre eso y la experiencia de hacer sopa de banana y especias; o merluza a la parrilla (la receta original es con besugo) con vinagreta caliente de ajos tostados...mmmm!
Un buena cerveza, probé de comprar una botellita de una extraña marca " Kunstmann" y la combinación resultó exelente.
Me han dicho que me he puesto muy bohemia ultimamente...
Les he dicho que los verdaderos placeres de mi vida, no están fuera de mí.
A disfrutar el otoño! que viene "pasito a pasito" acercandose a nosotros.


         Besotes a todas!!!

                

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