Llegaste a casa, estabas sola, quisiste tomarte unos mates, y no había yerba (que lástima que yo no estaba! jajjaja!)quisiste hacerte un sandwich, y no había fiambre. Uff!!!. Me llamaste con los nervios alterados al celular, diciendome que fueramos al super.
Me contaste tu pequeña tragedia, y me largué a reír. Me hizo gracia escucharte decir, "no hay prácticamente nada en casa!" "como podemos vivir de ésta forma?" (sí,a veces sos muy exagerada... y Olé! con vos)
Charlamos 10 minutos por cel, y acordamos que en una hora(yo estaba arreglando algunos inconvenientes de papeles de permisos que se me habían atrasado) yo iba a casa, y luego iríamos al super.
A mí se me olvida que vos necesitás tener la alacena perfectamente ordenada y con dos artículos de cada cosa, porque según vos, hay que tener repuestos por las dudas...
OK. llegué a casa, me duché, y salimos. Nos divertimos mucho en el super, porque nos gusta probarnos sombreros y anteojos y sacarnos fotos ridículas.
De camino al supermercado, cruzando una calle, de pronto me dijiste que había algo tirado en el piso unos metros adelante nuestro.
Nos acercamos al objeto, y resultó ser la funda de un celular, con el aparato dentro.
Tremenda sorpresa nos llevamos!
El aparato funciona. Es un Samsung acton, con pantalla táctil y un montón de chiches, no sabemos mucho más...porque se le terminó la batería y no conseguimos cargador.
Suerte de principiantes que le dicen...??? Veremos como hacemos para ubicar al dueño/a. Caso contrario, glupppp!
Demás está decir que nos costó concentrarnos en la compra, por lo menos a mí.
Cosas que sólo nos suceden estando juntas...
Besotes a todas!
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